En El Sembrador, el Señor nos regala la posibilidad de contemplar el cielo, al amanecer, con sus juegos de nubes, al atardecer, vislumbrar las estrellas y sus constelaciones de noche, la luna. . . ¡estremece tanta grandeza y maravilla!
A continuación, un estudio bíblico, que nos ayudará a usar este recurso para acercarnos a Dios.